¿Alguna vez te has quejado de la comida que te preparo tu mama, o de lo poco que duermes, de tu sueldo, de las labores domesticas, de lo apretado que va el metro, de lo incomodo de tu cama, o del seguro de salud que tienes?
Si la respuesta es sí sería una buena opción leer el hombre en busca de sentido escrito por Viktor Frankl que trata de un análisis psicológico del comportamiento de las personas que sufrieron la desgracia de estar en un campo de concentración. Ya que el propio autor vivió en carne propia esa temible experiencia, comenzando desde el traslado al campo de concentración en vagones de tren excesivamente saturados, los golpes ,las humillaciones, las raciones de comida paupérrimas, el trabajo excesivo, los cuartos incómodos donde dormían una decena de personas en una angosta cama con solo dos cobijas para mitigar el frio, la selecciones donde se decidía quién podía seguir trabajando y quién tenía que ir a los baños que en realidad eran cámaras de gas donde morían las personas y la incertidumbre de no saber dónde están los seres queridos y también la incertidumbre de saber hasta cuándo acabará.
Muchos relatos existen sobre la ocupación Nazi en diferentes países y de las atrocidades que llegaron a cometer, incluso muchas son difíciles de creer sin duda ha sido un pasaje negro en la historia de la humanidad pero también se pueden rescatar cosas de valor en toda esta tragedia, como lo es el hecho de tener un sentido en la vida, desgraciadamente muchas personas no saben que hacen en el mundo y llegan a tener una vida mecánica y sus acciones las hacen por inercia estudian la universidad por que terminaron la prepa y porque antes las secundaria y mucho antes la primaria y ven las cosas como el fin en sí y no más allá, desgraciadamente esto es real, conozco a muchas personas que su sentido en la vida es casarse u obtener un título profesional pero una vez que consiguen esa meta descubren que no son felices, derivando en desempleo, divorcios, etc.
Es realmente sorprendente hasta qué punto puede soportar una persona el sufrimiento Y las adversidades cuando tiene muy bien marcado cuál es su razón de ser, existen pruebas de personas en campos de concentración que aguantaron desnudas a – 20 grados de temperatura sobre la nieve y mojados y que no se enfermaron, o de otras que aguantaron años enteros comiendo un mísero pedazo de pan y trabajando la mayor parte del día ante condiciones extremas y también salieron con vida, una de las diferencias entre los que murieron y los que no fue que los primeros no tenían un sentido en la vida, llenos de apatía sin esperanzas, sin nada porque vivir preguntando que esperar de la vida mientras que los sobrevivientes se preguntaban ¿Qué espera la vida de mi? El saber que tenían seres queridos esperándolos afuera o que tenían planes, proyectos o cosas por las cuales vivir fue un gran aliciente para sobrevivir.
No es casualidad que las empresas tengan bien claras sus metas o que se hagan propósitos de año o se pidan deseos en el cumpleaños, son simplemente sentidos que le dan las personas a sus vidas.
Debemos de tener presente nuestro sentido en la vida si aún no le tienes es momento de empezar a buscarlo y una vez que se tenga presente no existirá impedimento, ni adversidades, ni enfermedades que nos detengan, con mucho cariño para una persona muy especial Reyam.

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