Coaching.

Alude a un tipo de relación y, actualmente, a una profesión. Puede definirse como “un proceso dinámico e interactivo que consiste en asistir a otros en el logro de sus metas colaborando en el desarrollo de su propio potencial” (Leonardo Wolk, 2003). Este proceso está directamente interesado en la mejora del desempeño con el fin de que el coachee libere todo su potencial para el incremento de su desempeño. Así puede caracterizarse como un proceso de aprendizaje provocador y desafiante, con inicio y fin donde se establecen metas claras y se diseñan en conjunto acciones para que el coachee alcance los resultados deseados.
El coaching también se entiende como un medio de gestionar personas, un estilo de liderazgo para ser desarrollado por los niveles con capacidad de dirección de una organización.
En el coaching existe un énfasis en el desempeño, entendiéndose éste tanto en términos de eficacia como de eficiencia. No se trata de lograr cualquier desempeño, se trata de lograr algo más allá de lo que se espera, significa apuntar a normas más altas, normas que invariablemente superan lo que los otros esperan o requieren del coachee. Así esta búsqueda es la expresión del propio potencial de la persona, de su responsabilidad y autonomía. El coaching se configura en un estilo y herramienta gerencial para optimizar el potencial y el desempeño de los miembros de una organización. Puede aplicarse tanto a la delegación de tareas, cuanto a la motivación del personal, a la creación de equipos como a las evaluaciones de desempeño.

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