Un choque cultural es un término utilizado para describir la ansiedad y los sentimientos (de sorpresa, desorientación, confusión, etc.) causados en un individuo por el contacto con un medio social totalmente distinto, por ejemplo en otro país. Se relaciona frecuentemente con la incapacidad de asimilar la nueva cultura, creando dificultades en saber que es apropiado y que no.
Esta misma definición puede ser aplicada para las empresas que son absorbidas por otras o aquellas que buscan llegar a otro país. Un ejemplo actual de esta situación pasa con los empleados de Yahoo, con sus vaqueros y camisetas moradas, podrían encontrarse de pronto comprando camisas de vestir y pantalones caqui. Si Microsoft se las arregla para comprar este gigante de Internet, se enfrentaría a un choque cultural entre el ambiente de libre albedrío de Yahoo y el estilo de trabajo más formal de Microsoft, donde incluso las reuniones informales requieren presentaciones en Power Point.Ese choque cultural sería sólo el principio de los retos que tendría Microsoft por delante si se acepta su oferta de 45.000 millones de dólares.
Primero y más importante, Microsoft debe convencer a las estrellas de Yahoo de que entierren años de hostilidad de Silicon Valley contra su rico vecino de Washington para trabajar juntos contra un enemigo común: Google.
Mientras tanto, los jefazos de Microsoft tendrán una especie de empresa "arca de Noé" (con dos de cada cosa) que necesita ser remodelada para convertirse en una sola marca cohesionada.
"Definitivamente va a ser un largo proceso", ha indicado Toan Aran, analista de Morningstar, señalando que la propia reestructuración interna de Yahoo añade más complejidad a lo que ya era de por sí una difícil integración.
Microsoft tiende a producir ejecutivos agresivos similares a su consejero delegado Steve Ballmer, que rara vez se retira de una pelea, mientras que Yahoo anuncia a los empleados potenciales su "irreverencia" en una página de ofertas de trabajo.
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